Faustino Collado “EL TOROLLO” nace en un barrio humilde de la localidad de Arroyo de la Luz (Cáceres), en agosto de 1962. Es depositario de la dinastía de la saga de los clavillos, reconocidos cantaores de la época, dominadores del palo más difícil, saber escuchar.
No cabe duda de que su afición se inicia durante la infancia, escuchando a sus mayores, durante las largas reuniones familiares y profesionales que se convocaban con cualquier motivo como excusa aglutinadora, aflorando en alternancia con fandangos, bulerías, solear, caña, sevillanas, rumbas, livianas, seguidillas, tarantos, granaínas… grabadas por los grandes del momento.
Con muy corta edad, Faustino Collado empezó a destacar entre los muchos aficionados que apuntaban en Extremadura. Una de las primeras intervenciones de Faustino tuvo lugar en el día del centro de su escuela, a los siete años de edad, donde se recaudaban fondos para eventos solidarios.
En el primer concurso nacional de Trilla celebrado en Extremadura, Faustino recibe el segundo premio. Desde entonces y hasta ahora ha sido requerido casi de forma incondicional para este festival.
Interviene en infinidad de festivales benéficos. Obtiene diversos premios de ámbito nacional, regional y local. Ha participado en diversos programas televisivos para canales nacionales, regionales y locales.
Entre las incontables actuaciones de Faustino, cabe reseñar sus intervenciones en Madrid, donde obtuvo críticas muy favorables por reputados periodistas y críticos del flamenco.
El cante de Faustino es desgarrado, melismático y profundo. Aunque en los recitales habitualmente hace los cantes más conocidos, su afición es enorme y su conocimiento muy amplio. Gran conocedor del flamenco más ortodoxo, es un cantaor largo y redondo, capaz de interpretar diversidad de estilos en cada uno de los palos que aborda.